En esto, una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía
doce años se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, porque se decía
a sí misma: «Con solo tocar su manto, seré salva.»(Mt 9:20-21)
Jesús tenía una misión, iba a un lugar específico por la fe de un líder religioso que su hija estaba muerta, pero confiaba que Jesús podría darle nuevamente vida. Camino a esa misión importante, aparece esta mujer enferma de flujo de sangre. Ella no estaba aparentemente en los planes de Dios, hasta podríamos decir que lo que ella padece no es nada comparado con la misión de dar vida a una niña, que estaba muerta. Pero a las demostraciones de fe de una persona, Jesús, por más que tenga una misión importante, no puede resistirse e ignorarla. Jesús se detiene y responde a esa demostración de fe. Probablemente pienses que Dios hoy está camino a resolver asuntos mayores a los tuyos, pero si irrumpes en su camino con una demostración de fe, te aseguro que Dios detendrá la marcha y te responderá!
Jesús tenía una misión, iba a un lugar específico por la fe de un líder religioso que su hija estaba muerta, pero confiaba que Jesús podría darle nuevamente vida. Camino a esa misión importante, aparece esta mujer enferma de flujo de sangre. Ella no estaba aparentemente en los planes de Dios, hasta podríamos decir que lo que ella padece no es nada comparado con la misión de dar vida a una niña, que estaba muerta. Pero a las demostraciones de fe de una persona, Jesús, por más que tenga una misión importante, no puede resistirse e ignorarla. Jesús se detiene y responde a esa demostración de fe. Probablemente pienses que Dios hoy está camino a resolver asuntos mayores a los tuyos, pero si irrumpes en su camino con una demostración de fe, te aseguro que Dios detendrá la marcha y te responderá!
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