En tu inmunda lujuria padecerás, porque yo traté de limpiarte, pero tú no te limpiaste de tu impureza: nunca más te limpiarás, hasta que yo sacie mi ira sobre ti. (Ezequiel 24:13)
Escucha el corazón y deseo de Dios: trate de limpiarte, de hacerte puro, pero nosotros no lo estamos permitiendo. Solo con una entrega completa y consagración es que llega esa limpieza integral verdadera. Que esta sea nuestra oración: guianos a hacer nuestra parte en esta limpieza que prometes, no nos dejes caer ni menos padecer en la maldad y suciedad nuestra, Dios. En esta semana recibimos tu limpieza, Dios y seremos limpios.
Escucha el corazón y deseo de Dios: trate de limpiarte, de hacerte puro, pero nosotros no lo estamos permitiendo. Solo con una entrega completa y consagración es que llega esa limpieza integral verdadera. Que esta sea nuestra oración: guianos a hacer nuestra parte en esta limpieza que prometes, no nos dejes caer ni menos padecer en la maldad y suciedad nuestra, Dios. En esta semana recibimos tu limpieza, Dios y seremos limpios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario