Pero el que fue sembrado en buena tierra es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta y a treinta por uno.(Mt 13:23)
Cuando aparece la Palabra «pero», nos indica que viene algo totalmente diferente a lo que antes se estaba hablando. Y ciertamente la planta que está en el terreno correcto es la que primeramente tiene raíces profundas, buena fuente de alimentación por ende crece y posee buenos frutos, tiene un potencial tremendo de que ese fruto y planta jamás perezcan al contrario que se multipliquen al ciento,a sesenta y a treinta por uno. Estas personas no sólo escuchan la Palabra de Dios, sino que la RETIENEN y por ende dan fruto con perseverancia. La clave de toda la parábola del sembrador es ésta: COMO OÍS Y QUE HACES CON LO QUE OÍS ACERCA LA DE PALABRA DE DIOS!!!. Porque eso determinará en que clase de terreno cayó la semilla que es la Palabra de Dios. Es tiempo de llevar frutos en abundancia, frutos que permanezcan, RETENIENDO LA PALABRA DE DIOS OÍDA!
Cuando aparece la Palabra «pero», nos indica que viene algo totalmente diferente a lo que antes se estaba hablando. Y ciertamente la planta que está en el terreno correcto es la que primeramente tiene raíces profundas, buena fuente de alimentación por ende crece y posee buenos frutos, tiene un potencial tremendo de que ese fruto y planta jamás perezcan al contrario que se multipliquen al ciento,a sesenta y a treinta por uno. Estas personas no sólo escuchan la Palabra de Dios, sino que la RETIENEN y por ende dan fruto con perseverancia. La clave de toda la parábola del sembrador es ésta: COMO OÍS Y QUE HACES CON LO QUE OÍS ACERCA LA DE PALABRA DE DIOS!!!. Porque eso determinará en que clase de terreno cayó la semilla que es la Palabra de Dios. Es tiempo de llevar frutos en abundancia, frutos que permanezcan, RETENIENDO LA PALABRA DE DIOS OÍDA!
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