También el reino de los cielos es semejante a un comerciante que busca buenas perlas, y al hallar una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.(Mt 13:45-46)
Lo que me sorprende de ésta parábola dicha por Jesús, es que este comerciante tenía ya, quizás muchísimas perlas buenas, que le habrá costado mucho tiempo, dinero, lágrimas conseguir cada una de ellas. Y al venderlas me imaginó que las personas a su alrededor se preguntaban, se burlaban, le decían que estaba loco por vender lo que tanto le costó tener, pero ellos no sabían que éste comerciante halló la perla más preciada, y que estaba dispuesto a soltar todo lo que tenía con tal de poseer aquella perla. Así es toda persona que encontró a Jesús, que encontró lo más valioso en este mundo, El Reino de los cielos. No le importa perder amistades, relaciones, posesiones con tal de tener a Jesús a su lado siempre. No te aferres a perlitas buenas, si haces esto, no podrás obtener la perla preciosa. Perder para ganar u obtener la mayor ganancia, porque no hay nada más importante y más alto que podrás tener en tu vida y eternidad que no sea el Reino de los cielos.
Lo que me sorprende de ésta parábola dicha por Jesús, es que este comerciante tenía ya, quizás muchísimas perlas buenas, que le habrá costado mucho tiempo, dinero, lágrimas conseguir cada una de ellas. Y al venderlas me imaginó que las personas a su alrededor se preguntaban, se burlaban, le decían que estaba loco por vender lo que tanto le costó tener, pero ellos no sabían que éste comerciante halló la perla más preciada, y que estaba dispuesto a soltar todo lo que tenía con tal de poseer aquella perla. Así es toda persona que encontró a Jesús, que encontró lo más valioso en este mundo, El Reino de los cielos. No le importa perder amistades, relaciones, posesiones con tal de tener a Jesús a su lado siempre. No te aferres a perlitas buenas, si haces esto, no podrás obtener la perla preciosa. Perder para ganar u obtener la mayor ganancia, porque no hay nada más importante y más alto que podrás tener en tu vida y eternidad que no sea el Reino de los cielos.
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