Cuando entren en el Tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran, y cuando se acerquen al altar para ministrar y presentar la ofrenda quemada para Dios.(Éxodo 30:20)
Que interesante saber que los sumos sacerdotes, en el antiguo testamento,si o si se tenían que limpiar de todas sus impurezas, sean tanto interno como externo para poder ser mediador entre Dios y su pueblo. Si no estaba purificado o en santidad como es lo que aparentaba, caía muerto. Hoy nosotros que nos acercamos al altar para ministrar o servir a Dios en cualquier ministerio, sin santidad estamos muertos, sin la posibilidad de seguir siendo el canal donde fluye la presencia de Dios para su iglesia. Aparentamos muchas veces, pero no estamos santificados y Dios lo sabe todo.
Que interesante saber que los sumos sacerdotes, en el antiguo testamento,si o si se tenían que limpiar de todas sus impurezas, sean tanto interno como externo para poder ser mediador entre Dios y su pueblo. Si no estaba purificado o en santidad como es lo que aparentaba, caía muerto. Hoy nosotros que nos acercamos al altar para ministrar o servir a Dios en cualquier ministerio, sin santidad estamos muertos, sin la posibilidad de seguir siendo el canal donde fluye la presencia de Dios para su iglesia. Aparentamos muchas veces, pero no estamos santificados y Dios lo sabe todo.
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