Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consolación.(San Mateo 5:4)
No se nos dice la fuente o el motivo por el cual se produjo llanto, pero si sabemos, que una persona llora cuando hay dolor en el alma, cuando hay pérdida de un familiar querido, cuando hay ruptura de relaciones, enfermedades, dolencias e injusticia. Si estas pasando por algunas de estas circunstancias y algo te está produciendo llanto, Dios te promete y declara que es tiempo de ser feliz, feliz, feliz porque vas a recibir consuelo. Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros...(Isaias 66:13)
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