Y ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que con toda valentía hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.(Hechos 4:29-30).
El enfoque de la oración de los discípulos es tan diferente a la que levantamos hoy nosotros, hasta inclusive como iglesia. Hoy escuchamos oraciones como: que se conviertan, que te conozcan, que sean mas buenos, que no tomen, que cambien y no estoy en contra de tales oraciones. El foco esas oraciones son ellos y no nosotros. Pero los discípulos levantaban oraciones pidiendo valor para predicar y Dios enviaba el Espíritu Santo sobre ellos y con denuedo hablaban de Jesús. En pocas palabras, examinemos-no si estamos cumpliendo con el mandato del Señor, pidamos valentía para seguir predicando a tiempo y fuera de tiempo. Dios derramará su Espíritu lo cual te dotará de valentía para hablar de su amor y sacrificio a quien fuera y delante de quien sea. No te avergüences del evangelio porque es poder de Dios para salvación.
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