Entonces María dijo: —Aquí está la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.(San Lucas 1:38)
Todos quieren llegar hasta una persona o un cierto punto para alcanzar algo. Queremos llegar hasta donde está María, queremos llegar hasta donde está Jesús. Siendo que ni uno ni otro nos encomendó busquenme en tal o cual lugar físico. Al contrario, si debemos parecerle a una María que a pesar de poner su vida en riesgo dijo: aquí está tu sierva hágase conmigo conforme a tu palabra y voluntad. Y esa voluntad se hizo en ella porque renunció a si misma y puso en segundo plano sus necesidades o deseos no sólo un día o un momento, si no los 365 días del año. Vemos a un Jesús que ora al Padre: si es posible pasa de mi está copa pero no se haga lo que yo quiero, sino tu voluntad. El único lugar donde debemos de ir y llegar es a Dios pero haciéndonos semejantes a una María y a un Jesús que puso en primer lugar a Dios y su voluntad todos los días de su vida.
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