Para un hijo de Dios que es consagrado, sirve, crece espiritualmente, es querido por Dios y las personas, que por sobre todo tiene disposición aunque esté rodeado de tanta escasez en cualquier área de la vida, experimentará y vivirá la abundancia.
Consideremos que al comienzo del capítulo habla de escasez de la palabra y visión pero termina de esta forma:
Y el SEÑOR continuó manifestándose a Samuel en Siló; allí se revelaba el SEÑOR a Samuel y le comunicaba palabra del SEÑOR.
(1 Samuel 3:21 PDT)
¡Se viene la abundancia!
¡Se viene la abundancia!
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