Entonces Amasías apartó el ejército de la gente que había venido a unírsele de Efraín, para que se fueran a sus casas. Ellos se enojaron mucho contra Judá y volvieron a sus casas encolerizados.(2 Crónicas 25:10)
¡Si! Amasías obedeció a la voz del profeta, mandando a los de Efraín de vuelta a sus casas, por más que invirtió 3.300 kilos de plata por los 100.000 soldados a sueldo. Obviamente esta ruptura, por más que ellos recibieron su paga correspondiente, generó enojo, cólera contra Amasías y el pueblo de Judá. ¿Te digo algo? Que se enoje quien se enoje, mejor es obedecer a Dios ante que nuestros propios pensamientos y deseos que no nos llevarán a victoria, pero a los que tenes que enviarles a su casa, los envías sin pena alguna. Nunca las rupturas generan cosas buenas, pero cosas buenas generan las rupturas que realices por mandato de Dios.
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