Esta porción de la escritura la conocemos normalmente como la épica pelea entre el joven David y el guerrero experimentado Goliat de unos casi tres metros de estatura. ¿Cual fue la gran diferencia entre los guerreros del pueblo de Israel y David?, ¿que hace que unos tengan mucho miedo, aun siendo guerreros con los títulos colgando en sus paredes y otro tenga el valor para enfrentar al gigante. La respuesta es sencilla: vivir y practicar la confianza en Dios. Los gigantes que se levantan a desafiarte hoy, son el escenario perfecto para que se evidencie y reconozcan quien es tu Dios. Que así como David dijo, nosotros podamos declarar con toda confianza: Y toda esta congregación sabrá que Jehová no salva con espada ni con lanza, porque de Jehová es la batalla y él os entregará en nuestras manos.(1 Samuel 17:47)
No hay comentarios:
Publicar un comentario