Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo generoso; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscas, lo hallarás; pero si lo dejas, él te desechará para siempre.(1 Crónicas 28:9)
Que tremendo consejo por parte de un Padre a un hijo, frente a los principales, jefes, administradores, oficiales, poderosos y valientes de Israel. La congregación entera de hijos de Dios debemos de buscar íntima y continuamente su rostro, porque si lo hacemos, lo hallaremos. La biblia menciona en Isaías 55:6 »¡Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano; y además, en Jeremías 29:13-14: Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Seré hallado por vosotros, dice Jehová; en cambio si lo dejamos (soltar, apartarse, abandonar, faltar el cariño, olvidar), él nos desechará para siempre. Que Dios hoy se deje hallar o nos deseche depende directamente de la acción decidida de buscarle o dejarle. Y tú, ¿que decides hoy y siempre?
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